Nueva York.- En el primer choque de la Serie del Subway de la temporada, Paul Goldschmidt y Cody Bellinger se robaron el protagonismo en el Bronx, mientras Juan Soto vivió un reencuentro agridulce con su antiguo público. Los Yankees de Nueva York se impusieron 6-2 a los Mets, asegurando así su serie local gracias al sólido trabajo de Carlos Rodón y el oportuno respaldo ofensivo de sus recién llegados.
Rodón impone el pulso desde la lomita
El abridor Carlos Rodón (5?3) limitó a los Mets a una carrera y dos hits en cinco entradas, consiguiendo su cuarta victoria consecutiva. Su relevo estuvo a cargo de Jonathan Loáisiga, quien lanzó una entrada sin permitir carrera ni hit en su primera aparición de Grandes Ligas desde abril del año pasado, tras recuperarse de una cirugía en el
Bellinger y Goldschmidt marcan la diferencia
Paul Goldschmidt conectó un doble impulsor que abrió el marcador, y terminó con dos carreras producidas en su regreso al Bronx. Por su parte, Cody Bellinger sumó tres imparables, contribuyendo decisivamente a la ofensiva de los Bombarderos
mlb.com
El regreso tenso de Juan Soto
Juan Soto, ahora con los Mets, se fue en blanco con tres bases por bolas, un rodado y un elevado. Fue abucheado de pie por 47,700 fanáticos en el estadio, aunque respondió quitándose el casco y posándolo sobre el corazón en señal de respeto y nostalgia
Claves del triunfo
Efectividad colectiva: Los Yankees combinaron seis entradas de Rodón y una de Loáisiga con una décima entrada limpia de su bullpen, limitando a los Mets a dos carreras.
Oportunismo: Nueva York anotó en cuatro de sus primeras cinco entradas, golpeando con dureza tras dos outs y aprovechando la permisividad del abridor rival.
Apoyo masivo: El ambiente en el Yankee Stadium respondió con entusiasmo a cada jugada clave del equipo, eclipsando la presencia de Soto en el cajón de bateo.
Con este triunfo, los Yankees inician con buen pie el enfrentamiento contra sus vecinos de Queens y buscarán barrer la serie de seis juegos que se extiende hasta el domingo. Por su parte, los Mets deberán reagruparse rápidamente antes de la segunda batalla en territorio neoyorquino.